- Área: 300 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Adrià Goula
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Proveedores: Apavisa, Boffi, Cortizo
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El tipo edificatorio áulico y los tradicionales espacios industriales, como las atarazanas medievales comparten (como mínimo) tres condiciones esenciales. En primer lugar, el espacio es continuo y sin distribuidores, pasando de habitación en habitación. Además, los vanos estructurales son equivalentes, mayoritariamente regulares o proporcionales y adaptables. Finalmente el volumen de estos espacios seriados no se relaciona únicamente con su proporción interna, sino con una interpretación unitaria del edificio. Por supuesto, otras múltiples condiciones detectables a primera vista separan y especifican ambas tipologías.
Esta casa hereda de un modo ambiguo estas tres condiciones comunes. Su estructura se organiza en cuatro crujías continuas de proporción longitudinal. El número impar de líneas estructurales flirtea desde la modernidad con el paradigma clásico de los simétricos palacios venecianos tetrástilos, al disponer una crujía central doble. De algún modo ocupa un espacio entre los ritmos estructurales clásicos y las estructuras seriadas de los talleres preindustriales.
En el interior la estructura inicialmente isótropa y alineada de las tres primeras crujías se inflexiona en torno a tres patios. Los espacios resultantes se ocupan por las diferentes áreas comunes de la casa: cocina, comedor y espacios de estar. Cada uno de los vacíos se configura como extensión exterior de los espacios anexos. El cuarto vano se reserva como espacio privado para las habitaciones.
La materialidad de la casa se subordina a la estructura de su cubierta. Las vigas, voladizos y bovedillas de hormigón pintado determinan el carácter del conjunto, flotando sobre la superficie de la casa. Bajo este elemento se establece un sistema de mat-building ramificado sobre el terreno. Muros blancos y de piedra separan los diferentes elementos. Materiales enraizados en el lugar, sustituidos por cortinas de vidrio frente a los patios.
Entre la atarazana y lo áulico existe un terreno ambiguo, queer. Y sin embargo, (creemos) funciona.